Los miembros de la Comisión para la reforma del sistema de pensiones del Seguro Social avanzan con las consultas a diferentes grupos de la sociedad civil.
El objetivo es conocer los cambios que consideran necesarios realizar en el Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), para que sea sostenible en el largo plazo.
El 8 de febrero del 2023, en el encuentro, liderado por el economista Augusto de La Torre, participaron docentes de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).
Sonia Zurita, Juan Francisco Rumbea, Fernando Sandoya, Andrea Molina y Óscar Mendoza fueron parte de la discusión, la cual se centró en cómo atraer a profesionales en libre ejercicio e informales al sistema.
Los académicos coincidieron en que se debe definir un modelo atractivo para ambos grupos. Este esquema debiera incluir contribuciones diferenciadas, incentivos, flexibilidad y un subsidio estatal definido técnicamente.
En el primer caso hay personas independientes que prefieren facturar que estar en relación de dependencia y una buena parte tienen altos ingresos. Estos no ven la necesidad de ahorrar en el IESS para su vejez, pues lo hacen de forma privada.
Hay otros que esperan tener 60 años para afiliarse voluntariamente y luego de 10 años se jubilan con el promedio de sus cinco mejores años.
Este comportamiento -consideraron- que distorsiona al sistema, pues sus aportes al final no cubren la pensión que reciben por largo tiempo.
En el último grupo están los que ni pueden ni quieren ahorrar y peor aún no piensan en qué pueden enfermar.
Entre los incentivos, por ejemplo, citaron los créditos prendarios, de consumo e hipotecarios. Pero aclararon que esto debe estar manejado y sustentado bien para no afectar a las reservas del sistema.
Asimismo creen que antes de hablar de un subsidio estatal hay que establecer un punto de equilibrio entre la contribución que el informal puede hacer y cuál sería la pensión mínima que puede recibir.
Solo entonces se pudiera hablar de un copago a largo plazo y la forma en la que el Estado pudiera pagar.
Los académicos, además, propusieron que para cualquier reforma que se pretenda hacer hay que aclarar el impacto que tendría a cada grupo poblacional.
Para quienes están a dos años de jubilarse se mantendrán las reglas actuales, es decir, se respetarán los derechos adquiridos.