La comisión multidisciplinaria que prepara una propuesta para reformar el sistema de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) ha mantenido cerca de 30 reuniones con gremios y representantes de la sociedad civil. La finalidad es analizar los principales problemas de este sistema y recoger propuestas para hacerlo más viable.
Sin embargo, en torno al trabajo de la comisión se han creado una serie de mitos e imprecisiones que deben ser aclaradas. En este artículo desvirtuamos 10 mitos que se han generado en las últimas semanas y las realidades respecto a esos temas:
Mito 1: “La propuesta de reforma busca privatizar el sistema de pensiones y al IESS”
Realidad: Las reformas que serán presentadas buscan que el Sistema de Pensiones del IESS (Invalidez, Vejez y Muerte—IVM) pueda sostenerse durante los próximos 60 años o más, porque bajo el esquema actual no puede sostenerse por muchos años en el futuro. Las reformas no buscan privatizar al IESS ni a su sistema de pensiones.
El sistema troncal de pensiones (sistema solidario y centrado en la pensión vitalicia que ofrece el IVM) se mantendría, aunque con reformas que aseguren su viabilidad y mayor equidad; también seguiría bajo la administración del IESS, aunque con mejor gobernanza, y continuaría recibiendo una contribución (fiscal) por parte del Estado.
Mito 2: “La propuesta de la reforma de la comisión entrará en vigor una vez presentada al Ejecutivo”
Realidad: La propuesta de reforma que hará la comisión no es vinculante. Es decir, no entrará en vigor inmediatamente. Lo que busca es abrir un debate cívico y serio en torno a los problemas que tiene el sistema de pensiones (no solo en cuanto a su capacidad de pagar los beneficios que promete, sino también en cuanto a su equidad, credibilidad e integridad institucional) y la manera de resolverlos. Serán el Ejecutivo y las fuerzas políticas del país las que tendrán que decidir si presentar o no esa propuesta de reforma legal a la Asamblea Nacional para su debate y aprobación, y cuándo hacerlo. De todos modos, será un documento público para que todos los espacios de la sociedad discutan en torno a la propuesta.
Mito 3: “Con el pago del 40% del Estado al IESS se solucionan los problemas del sistema de pensiones”
Realidad: El 40% de contribución fiscal—si se pagara a tiempo y en su totalidad—ya no alcanza para cubrir el déficit básico del sistema, esto es, la diferencia entre lo que aportan los afiliados (y sus empleadores) y lo que se paga en pensiones a los jubilados. Por ejemplo, en 2022 el 40% de las pensiones equivalió a USD 2.150 millones, comparado con un déficit básico de USD 2.230 millones.
Mito 4: “Los problemas del sistema de pensiones se resuelven con una mejor administración o con más afiliados”
Realidad: Una mejor administración del sistema de pensiones— con estrategias orientadas a mejorar inversiones, aumentar la eficiencia y reducir costos— puede obviamente contribuir a reducir el déficit básico del sistema, pero no consiguen solucionarlo permanentemente ni tampoco mitigan sus problemas de inequidad. Tampoco se debe contar solo con un incremento de afiliados porque, si bien aumentarían los aportes en el corto plazo, los nuevos afiliados serán a futuro también jubilados cuyas pensiones seguirán ampliando el déficit del sistema.
Mito 5: “Las reformas van a afectar a los actuales jubilados”
Realidad: La propuesta de reforma no puede afectar los beneficios de los jubilados actuales porque son derechos adquiridos que no pueden tocarse.
Mito 6: “Estoy a pocos años de jubilarme y la reforma va a afectar todos los beneficios bajo los que he contribuido”
Realidad: Todos los derechos que un afiliado adquirió a través de sus aportes antes de la reforma se mantendrán y reconocerán (para propósitos de determinar su pensión vitalicia) bajo las reglas de juego vigentes antes de la reforma. Es decir, una persona mayor a 53 años que tiene más de 25 años de aporte casi no sentirá los efectos de la reforma cuando cobre su jubilación.
Mito 7: “El Estado debería endeudarse para cubrir el déficit del sistema de pensiones”
Realidad: El Estado no tiene la capacidad para endeudarse y cubrir el creciente déficit del Sistema de Pensiones del IESS. A 2020, la deuda pública nacional equivalía a cerca del 70% del PIB. En ausencia de reforma, para cubrir el déficit básico del sistema de pensiones de 2022 a 2050, el Estado debería endeudarse en más del 130% del PIB.
Esto no solo que no es factible, sino que además sería un subsidio inmenso que tendría que ser pagado por toda la población, pero que iría en beneficio solo de los afiliados.
Mito 8: “La reforma tiene que enfrentar y mejorar los problemas del sistema de salud del IESS”
Realidad: Los problemas del sistema de salud administrado por el IESS son muy graves. Una reforma legal e integral al sistema de salud pública ecuatoriana es impostergable. Sin embargo, el importante tema de salud pública no es parte del mandato de la Comisión. La propuesta que la Comisión haga se enfocará solo en la reforma del sistema de pensiones del país, incluyendo los siguientes componentes: los fondos de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), Cesantía y Desempleo administrados por el IESS, el sistema de pensiones asistenciales para la tercera edad administrado por el MIES, y el sistema de jubilación patronal, administrado por los empleadores.
Mito 9: “La propuesta también reformará los sistemas de pensiones de la Policía y de las Fuerzas Armadas”
Realidad: La propuesta de la Comisión no incluirá reformas ni al Sistema de Pensiones de la Policía, administrado por el ISSPOL, ni al de las Fuerzas Armadas, administrado por el ISSFA.
Mito 10: “La reforma excluirá a quienes actualmente no pueden o no quieren contribuir para una jubilación futura”
Realidad: La Comisión está trabajando en reformas que incentiven y amplíen la participación en el sistema, tanto de aquellos que quieren, pero no pueden afiliarse (los pobres y trabajadores informales), cuanto de aquellos que pueden pero no quieren afiliarse (los jóvenes profesionales que trabajan por cuenta propia, esto es, que no mantienen relación de dependencia con un empleador).