El 10 de enero del 2023, el presidente, Guillermo Lasso invitó a una comisión de ocho profesionales, encabezados por el experto y catedrático en finanzas y macroeconomía, Augusto de la Torre, a que elabore y proponga, con sustento técnico y después de un proceso de consultas con la sociedad civil, una reforma al marco legal del Sistema de Pensiones ecuatoriano, con enfoque especial en el sistema de Invalidez, Vejez y Muerte que administra el IESS.
Pero, ¿qué es el sistema de pensiones y por qué necesita ser reformado? Tome en cuenta estas 10 claves para entender este tema.
1. ¿Qué es el Sistema de Pensiones que administra el IESS?
El Seguro de Pensiones protege a los afiliados del Seguro General Obligatorio del IESS en las contingencias de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM). Actualmente se entregan prestaciones de jubilación por vejez, discapacidad, invalidez, que incluye subsidio transitorio por incapacidad, pensiones de montepío para viudas y huérfanos y auxilio de funerales.
2. ¿Cómo se nutre el Seguro de Pensiones por Invalidez, Vejez y Muerte?
En el caso del trabajador bajo relación de dependencia, el IESS recibe el 20,6% de aportación. Su patrono debe aportar el 11,15% y el empleado el 9,45%. De ese total de 20.6%, 11.05% va al seguro de pensiones (IVM), el resto va a otros fondos, incluyendo el seguro de salud, cesantía, y desempleo.
Un ejemplo: Un trabajador que percibe el Salario Básico Unificado de USD 450 entrega USD 42,50 al mes y cerca de la mitad esta cantidad junto con el aporte de su empleador se dirige al Seguro de Pensiones.
Los afiliados voluntarios, en cambio, deben aportar 17,6% de su ingreso mensual, que no puede ser menor del salario básico. De ese monto, 11.06% va al IVM.
3. ¿Cuándo un trabajador o un afiliado pueden jubilarse y recibir su pensión?
El afiliado puede jubilarse y empezar a recibir su pensión si cumple con los requisitos de cese, edad y tiempo de aportes al IESS. Hay cuatro casos en los que se accede al beneficio.
a. A cualquier edad siempre y cuando haya aportado al IESS 40 años o más y 480 imposiciones. Si una persona comenzó a trabajar a los 18 años de edad y se mantuvo en el mercado laboral y aportando por 40 años podría jubilarse con 58 años de edad.
b. Podrá jubilarse a partir de los 60 años la persona que haya aportado al menos 30 años o más y registre 360 imposiciones. Si una persona comenzó a trabajar bajo relación de dependencia a los 25 años y ha portado durante 30 años (actualmente tiene 55 años), tendrá que esperar hasta los 60 años para jubilarse, en cuyo momento se tomarán en cuenta todos los años de aportes realizados, y no solo 30 años.
c. A partir de los 65 años también puede jubilarse una persona que haya aportado por al menos 15 años y 180 imposiciones. Pero si recién a los 40 años de edad empieza a aportar al IESS deberá seguir trabajando hasta los 65 años.
d. Quienes llegan a los 70 años de edad con 10 años de aportaciones y 120 imposiciones pueden acceder a la pensión. Si tiene 60 años y se afilia voluntariamente puede aportar 10 años y obtener la jubilación.
4. ¿Cuánto recibe el trabajador cuando se jubila?
Bajo los parámetros actuales, la pensión es igual a un porcentaje del promedio de los cinco años de mejores sueldos sobre los cuales se aportó. El jubilado recibe mensualmente una pensión vitalicia (esto es, hasta que fallece), cuyo monto varía entre el 50% y el 100% del promedio de sus mejores cinco años de sueldo, dependiendo del número número de años que el afiliado aportó y de la edad en la que decide jubilarse, como se detalla a continuación:
a. Si el afiliado aportó 40 años no importa la edad en que se jubile y percibirá el 100% del promedio de sus cinco mejores años de sueldo.
b. Si el afiliado aportó al menos 30 años y se jubila a los 60 años de edad recibirá 75% del promedio de sus cinco mejores años de ingresos.
c. Si aportó al menos 15 años y se jubila a los 65 años tendrá 56% del promedio de sus cinco mejores años.
d. Si tiene 10 años de aportes y se jubila a los 70 años de edad obtendrá el 50% del promedio de los mejores cinco años de sueldo.
Este sistema de cálculo de pensiones se ha vuelto insostenible e inequitativo, por lo que se requiere replantear las condiciones con las que se jubilen los futuros jubilados.
TOME EN CUENTA: La pensión máxima tiene un techo. No puede sobrepasar 5.5 veces el salario básico unificado. Para el 2023, la pensión mensual máxima no podrá superar los USD 2 475. El trabajador puede haber tenido un sueldo promedio superior a este monto durante los últimos cinco años, pero no podrá cobrar más de ese techo.
5. ¿Qué otros ingresos tiene el jubilado?
Pese a que el afiliado aporta solo los 12 meses del año, cuando se jubila recibe 14 pensiones al año.
6. ¿Cuál es el problema con el sistema de pensiones del seguro de IVM?
Actualmente, el sistema de pensiones no es sostenible para los siguientes 50 años o más. Bajo los principios de solidaridad con el que se rige, el sistema requiere de al menos ocho afiliados activos para sostener a un jubilado. Sin embargo, esto ha bajado a cinco asegurados y la tendencia es hacia la baja.
Entre otras cosas, el principal problema tiene que ver con un cambio demográfico: la esperanza de vida tanto para hombres como para mujeres aumentó sobre los 80 años de edad y esto hace que los jubilados vivan más y reciban más tiempo sus pensiones. Y, por otro lado, el índice de natalidad, bajó. En 1980, una mujer, en promedio, tenía cinco hijos, hoy el promedio es de dos. En consecuencia, menos personas jóvenes sostienen a los de la tercera edad.
En definitiva, el número de pensionados crece más rápidamente que el número de aportantes. Y, reflejado el constante aumento en la esperanza de vida, los jubilados viven más, lo cual extiende el periodo de recepción de la pensión vitalicia. En 2010 había cerca de 200.000 jubilados; en 2022 hay cerca de 500.000 jubilados.
7. ¿Cuál es la diferencia o déficit entre lo que ingresa anualmente como aportes de los afiliados y lo que paga el sistema de pensiones a los jubilados?
La diferencia entre el gasto por pago de pensiones y el ingreso por aportes se conoce como el déficit básico del sistema. En 2022, por ejemplo, el gasto por pago de pensiones excedió en aproximadamente en $2,600 millones al ingreso por aportes. Tomando en cuenta el cambio demográfico (envejecimiento en promedio de la población y mayor esperanza de vida), el déficit básico seguirá creciendo aceleradamente en el futuro.
8. ¿Qué pasa con el 40% de aporte del Estado al Sistema de Pensiones?
La Ley determina que el Estado debe “contribuir” (en adición a los aportes que debe hacer en calidad de empleador) un monto anual equivalente al 40% de las pensiones jubilares que el IVM paga. Durante varios años (2015-2018) del gobierno del presidente Correa se suspendió por vía de una reforma legal el pago del 40%. La Corte Constitucional revirtió esa ley posteriormente. En relación al 40% se observan dos problemas. Primero, dada la escasez de recursos fiscales, el MEF ha tenido dificultades frecuentes y, desde hace décadas, no ha podido cumplir completamente y con puntualidad con estos pagos. Segundo, desde hace pocos años, ese 40% de contribución fiscal, incluso si se pagase a tiempo y en su totalidad, ya no alcanza para cubrir el déficit básico. Por ejemplo, en 2022, el 40% de las pensiones pagadas equivalió a menos de USD 2 000 millones, comparado con un déficit básico de alrededor de $2.600 millones.
Por estas razones, para poder honrar el pago de pensiones, el IESS se ha visto obligado a drenar el fondo de pensiones IVM, dinámica que no puede durar mucho. En efecto, al momento, el fondo del IVM administrado por el BIESS tiene un saldo de alrededor de USD 6 000 millones, gran parte del cual están invertidos en activos muy ilíquidos (incluyendo créditos hipotecarios y bonos del estado que no están valorados a precios de mercado).
9. Otros problemas que distorsionan el sistema
Actualmente, el Sistema de Pensiones muestra otras distorsiones que erosionan su equidad. Para empezar, el monto de las pensiones de jubilación no son siempre proporcionales a los montos de aporte. Por ejemplo, las personas que se jubilan a los 70 años de edad y con solo 10 años de cotización, reciben una pensión que, en relación al monto y periodo de aportes, es mucho mayor (proporcionalmente hablando) a la pensión que recibe otra persona que también se jubila a los 70 años con 30 años de aporte.
Respecto al 40% del aporte que realiza el Estado hay que pensar que se trata de un subsidio que al final pagan a través de impuestos todos los ecuatorianos, incluso aquellos que no están afiliados al IESS, pero que beneficia solo a un tercio de la fuerza laboral que está afiliada al IESS. Es decir, el Estado está entregando recursos a un grupo de 3.3 millones de afiliados con el dinero de 18 millones de ecuatorianos.
Otro punto para analizar es que, en promedio, la pensión vitalicia representa un múltiplo de lo que el afiliado contribuye a lo largo de su vida laboral. Esa pensión vitalicia es, más aún, proporcionalmente mayor para los afiliados de ingresos altos. En promedio, un afiliado de ingresos bajos y medios recibe en su jubilación (en valor presente) cinco veces (en valor presente) lo que aportó a lo largo de su vida laboral. Un afiliado de ingresos altos recibe en su jubilación siete veces lo que aportó,
El problema de inviabilidad del sistema de pensiones IVM afecta principalmente a los jóvenes menores de 35 años. Son los jóvenes los que, en última instancia, terminarán pagando los costos del desequilibrio actual del sistema..
10. ¿Por qué es necesaria una reforma?
Una reforma al sistema de pensiones es indispensable porque la brecha entre lo que ingresa como aportes y lo que sale como pago de jubilaciones se está haciendo cada vez más grande, erosionando cada vez más la capacidad que el sistema tiene para honrar sus obligaciones pensionales.
Se debe enfatizar que cualquier reforma al sistema de pensiones debe respetar los derechos adquiridos. Por ello, no afectaría las pensiones de aquellos que están ya jubilados, y reconocería todos los aportes (y consecuentes derechos) adquiridos antes de la reforma por los afiliados que aún no se pensionan. Los efectos de cualquier reforma no son retroactivos.
Hay una abanico de opciones que la comisión está analizando y considerando para presentar la mejor alternativa y que pueda ser considerada, tanto por el Ejecutivo como por el Legislativo.